Llegada:
-Desde Madrid (Chamartin) hasta Capileira (Granada) y pista hasta la Hoya del Portillo son 505 km. y 6 horas.
-Desde Valencia hasta Capileira (Granada) y pista hasta la Hoya del Portillo son 600 km. y 7 horas.
-Desde Sevilla hasta Capileira (Granada) y pista hasta la Hoya del Portillo son 341 km. y 4 horas y 30 minutos.
-Desde Almería hasta hasta Capileira (Granada) y pista hasta la Hoya del Portillo son 163 km. y 2 horas y 30 minutos.
Descripción:
Suena el teléfono, un, dos, tres, cuatro tonos y descuelgo. Era mi amigo Fernando Cobo. Habíamos estado días pasados entrenando juntos y hablando de proyectos, que de esos tenemos muchos, ja, ja, ja.
Me dice: He hablado con Manolo y nos vamos a hacer la Norte del Mulhacén, ¿Te vienes?
En dos días estábamos camino de Capileira (Granada). Era el jueves 29 de Diciembre de 2011 y ya habíamos hablado días previos con el refugio de Poqueira para avisarles de que pasaríamos por allí, para que no faltaran palomitas, ja, ja, ja.
Los datos que os paso son de toda la actividad, desde que comenzamos en el parking de la Hoya del Portillo, hasta que volvimos.
Desde Capileira subimos por la pista al parking de la Hoya del Portillo, que todavía estaba practicable.
Llegamos a primera hora de la tarde y pronto oscurecería. Hacía frío, pero al refugio llegamos sin apenas pisar nieve.
El viernes 30 de Diciembre, tocó madrugar. Salimos de noche del refugio y con 16º bajo cero, con lo que parar, lo que se dice parar, no paramos….
La subida hasta el Collado de la Mosca (3119) la hicimos con los frontales por el Barranco del Rio Mulhacen. Llegando al Collado comenzaba a amanecer. En este punto nos equipamos con los cascos, arneses y crampones, pues comenzaba un descenso fuerte por nieve dura hasta el cono de entrada de la Cara Norte.
Tuvimos mucha suerte, pues las condiciones eran buenas y decidimos no encordarnos, para ir más rápidos. Por delante nuestro, 500 metros de pared. El riesgo es evidente, pues por las diferentes canales que fuimos superando, las caídas de piedras estaban presentes, pero ni un susto.
Hacia la mitad de la pared, Fernando se para en una repisa, debajo de un gran bloque y saca un té calentito que sentó de miedo. Eso sí, en la maniobra, el bastón que lo llevaba en la mochila, salió zumbando y cayo sin pararse hasta la Laguna de la Mosca…..nos miramos y lo típico…..a ver quién se atreve y baja ja, ja, ja…………….para el que lo encuentre.
Seguimos nuestro ascenso, disfrutando de unas vistas únicas. En toda la ascensión nos fuimos turnando para disfrutar y poder hacer fotografías del trazado.
Pronto nos vimos en la cumbre del Mulhacén.
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