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Sin duda, ésta será una de las cuestiones que muchos de nosotros nos hemos planteado llegado el momento.
En principio es necesario partir de la idea, de que cuando hablamos de bota de piel nos referimos a botas de gama alta. Es en este rango donde podemos establecer los paralelismos con las botas de carcasa.
Si empezamos por el argumento del peso, encontramos pocas diferencias entre ambas opciones. Las botas de carcasa y según modelos andan por los 2.300 – 2.400 gramos y las de piel oscilan entre los 2.100 – 2.200 gramos (8 1/2 UK).
Hablemos de la impermeabilidad…
Las botas de plástico son prácticamente impermeables gracias a su carcasa exterior plástica (tipo Pebax). Si notamos humedad en nuestros calcetines será como consecuencia de varios factores, siendo el más común un excesivo poder térmico del botín.
Tras la idea generalizada de “pies calentitos” y lo inusual de disponer de dos tipos de botines, es muy frecuente ver botas con botines de expedición (tipo alveolite) en días y lugares que no requieren tanta prestación térmica. Ese sudor convertido en vapor de agua humedecerá sensiblemente nuestro botín, con la consiguiente sensación desagradable de frío – calor.
¿Pero qué pasa con las botas de piel …?
Es evidente que la piel nunca ofrecerá la misma impermeabilidad que el plástico, pero también es verdad que atendiendo a conceptos de equilibrio térmico y transpiración, esta opción supera ampliamente a las carcasas.
El problema puede venir cuando nuestra bota de piel ha dejado de repeler el agua y se encuentra saturada de humedad. Nuestra bota lamentablemente habrá ganado peso y su secado será prácticamente imposible en un espacio de tiempo corto (una noche). Si al día siguiente continuamos haciendo uso de ellas denotaremos una gran carencia en nuestros pies. Por el contrario, los botines que ofrecen las botas de plástico y gracias a su construcción basada en materiales sintéticos, será relativamente sencillo secarlos en un corto periodo de tiempo, bien con nuestro quemador o introduciéndolos en el fondo del saco mientras pernoctamos.
En cuanto a las prestaciones para un uso técnico, la balanza se puede inclinar al lado de las de piel ya que estas ofrecen una sensibilidad, ajuste y canteo que sus rivales, en general, no ofrecen. La cuestión del confort está directamente relacionada con la fortuna de que nuestros pies y sus peculiaridades se adapten bien al diseño de la bota. Es una realidad la posibilidad de encontrarse igualmente incómodo con los dos tipos. En su uso se evidencia la ventaja que ofrece la bota de piel en actividades que obligan a una aproximación a la zona de actividad por terreno no nevado. Recordamos lo incómodo que resulta caminar por este tipo de terrenos con unas botas de plástico y la fatiga añadida que se trasmite al grupo muscular afectado.
Al margen de esa libertad de compra basada en criterios que no son los puramente técnicos (estética, colores), podemos afirmar que la opción del plástico está más indicada para cuando la permanencia en condiciones “duras” es más prolongada.
O bien, por la necesidad del usuario de obtener la mejor mejor garantía en esa relación térmico-impermeable, al margen del tiempo de permanencia en actividad. La piel, para actividades de fin de semana se muestra como una opción muy apropiada que se adapta perfectamente a cualquier tipo de terreno. Pero claro, ¿es la misma bota la que necesitamos para andar que para escalar, sea piel o plástico?. Nuestra cabeza dice que no, pero preguntarle a vuestro bolsillo…
Pero…..¿No hablamos de las sensaciones?
No me vas a comparar la suavidad del cuero con la frialdad del plástico que fijo que lo han sacado del reciclaje de una mampara de baño.Saludos
@romanber wrote:
Pero…..¿No hablamos de las sensaciones?
Yo lo que quiero sentir son mis dedos, y para subir el Mc Kinley, por poner un caso, iría con botas de plástico 😆
En cambio, para subir una cumbre en pirineos o alpes iría con bota de cuero, salvo que me vaya a tirar unos cuantos días consecutivos en la montaña, en cuyo caso no le daría tiempo a secarse, si la nieve está blanda.
En estos casos, lo mejor es tener mucha guita como tú 😆 😆 , y tener unas de cuero y otras de plástico, para según qué tipo de actividad.
Por cierto, hay aquí algún adivino que sepa el número del gordo para este año?? 😛 😛 Es para comprarlo…
Román, necesitamos urgentemente ser los agraciados en algún sorteo de la ONLAE. 8)
Yo estoy en ello.
Me he bajado un programa que lo metes en el TomTom y te dice los resultados de la Quiniela.
Fijo que funciona porque está garantizado por no se qué sensual.Saludos.
Román
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