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El amigo Toño Guerra acaba de publicar un manual muy interesante en Ediciones Desnivel sobre Manejo básico de piolet y crampones. Básicamente y citando al autor:
El piolet y los crampones son los utensilios fundamentales para progresar por la nieve dura y el hielo que tapiza las altas montañas, y las bajas durante el periodo invernal. Otros artilugios, como los esquís en los países nórdicos y las raquetas en muchas regiones montañosas del mundo, se conocen desde muy antiguo como medio de desplazamiento en la nieve profunda del invierno. Unos crampones rudimentarios, más parecidos, y no casualmente, a las herraduras de las caballerías, fueron también desde tiempos remotos la solución ideada por nuestros antepasados para transitar por terrenos helados.
Mientras que todos estos inventos resultaban necesarios para facilitar la vida cotidiana, el piolet, con apenas 200 años de existencia, fue concebido para escalar montañas, aunque basándose en otras herramientas ya existentes: el bastón de punta herrada, el pico del leñador saboyano, la azuela, el pico de obra, el hacha… Se gestó así un instrumento polivalente y ligero, más adecuado para su uso en las alturas.
La historia del alpinismo va intrínsecamente unida a la evolución de estas herramientas. Algunos piolets del siglo XIX presentaban un hacha en el lugar de la pala, ya que lo normal era subir tallando escalones en pendientes moderadas de hielo. La necesidad de afrontar mayores dificultades llevó a rediseñar y aligerar los instrumentos, y esos nuevos modelos permitieron a su vez plantear la resolución de nuevos retos. Al mismo tiempo, fueron desarrollándose técnicas que aprovecharon las posibilidades que presentaban esas herramientas para conseguir mejoras
en su eficacia y seguridad.Durante esos doscientos años, los utensilios han ido evolucionado, y con ellos las técnicas para utilizarlos. Pero estas técnicas siguen siendo poco y mal conocidas entre los hoy numerosos practicantes de la montaña.
Estamos de acuerdo en que no deben ser un fin en sí mismas, sino un medio de disfrute de nuestro terreno de juego favorito, una llave que abre posibilidades.A menudo presenciamos cómo los usuarios del piolet lo emplean solamente a modo de bastón y para clavar el pico y traccionar de él ocasionalmente, tal como dicta el instinto. Y puestos a apoyarse en un bastón, muchos prefieren uno telescópico, que es más largo y cómodo, mientras pasean el piolet sujeto en la mochila.
Las maniobras de autodetención también resultan desconocidas para una gran parte de los propietarios de nuestras emblemáticas herramientas. Igualmente resulta frecuente ver principiantes con sofisticados piolets dispuestos a escalar cascadas de hielo cuando ni siquiera saben aún colocar correctamente los pies en la nieve.
El montañero debe conocer los modos de utilización del material para recorrer la montaña con seguridad y placer, al igual que los pájaros conocen y aplican sus técnicas de aleteo y planeo para desplazarse por el aire; no es algo tan instintivo, ellos también tienen que aprender.
La infravaloración del riesgo en los terrenos de escasa dificultad técnica suele conducir a situaciones comprometidas, sustos y accidentes.
Con este manual sólo se pretende dotar al deportista de unos cimientos sobre los que construir una práctica alpina más consciente y segura, porque la casa no se puede empezar por el tejado.
Saludos 😉
Fernan
Ciertamente, en mi modesta opinión, las técnicas y materiales de progresión sobre el hielo son los que han tenido una evolución más espectacular en los últimos 20 años.
El punto de inflexión y despliegue evolutivo se produjo a raiz de incorporar la maza piolet (para entretener a la mano izquierda, en vez de dejarla en el bolsillo) como complemento al piolet clásico, y de ahí el salto fue fugaz a las técnicas de piolets traccción con dos piolets técnicos, y sus posteriores evoluciones que han llevado a la escalada en hielo a un nivel desproporcionado respecto a otras disciplinas.
Tanto es así que los propios especialistas tuvieron que ir poniendo límites “morales” a la evolución del material (prescindir de dragoneras y sirgas al budriel por ejemplo) que estaban haciendo “trivial” esta disciplina.
La evolución no ha terminado, incluso actividades como el drytooling yo las veo ya fuera del entorno de la montaña, y más propias del Circo le Soleil.
Y todo esto ¿porque?
Muy sencillo, ¿por que la evolución de la escalada en roca, aun a pesar del incremento de nivel de grados no ha tenido ese despegue espectacular? muy sencillo, en el caso de la roca, en el equipo lo único que ha evolucionado los medios de protección (cuerdas, químicos, parabolts, friends, etc), un montañero de condiciones físicas aceptables, cuando escala en roca el si desgranamos el 100% de su éxito en una vía, el 80% depende de su destreza y técnica, y el 20% depende del material empleado, destinado fundamentalmente a la seguridad (unos buenos pies de gato de hace 15 años son iguales o mejores a los actuales apenas han sufrido evolución). por contra en el escalador de hielo, esa proporción se invierte, partiendo de unas buenas cualidades físicas, en el 80% depende se su material. La dependencia del material es máxima, incluso el mejor cascadista del mundo se caería de un muro de 3m de hielo de 90º si se quedara accidentalmente con un sólo piolet, cuestión de física pura.
¡Vaya rollo que me he tirado! y no se a que venía.
Bueno que es muy importante conocer las técnicas de progresión en nieve y hielo, y no olvides que tienes que sopesar a la hora de enfrentarte a un reto tu nivel y el de tu equipo, si cabe más que en otras disciplinas, en las que te puede salvar tu condición física.
Por eso te comentaba en otro post lo de las cascaditas de los alrrededores de la laguna, para preparar un top rope para enfrentarse a ellas, te sorprenderás de muchas cosas.
Bueno si alguien a conseguido llegar al final de este post, le felicito 😀
@Rafa wrote:
Bueno si alguien a conseguido llegar al final de este post, le felicito 😀
Pues felicítame!! 😆 😆 😆
Lo de las cascaditas en la zona de la laguna de peñalara, cuando quieras. Hay siempre mucho por aprender. Me apetece mucho.
Un saludo, Rafa 😉 😉
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